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Servicios

de diagnósticos y tratamientos

01.

Se aplica tanto para niños como para adultos en los que sospecha la presencia de algún trastorno. Para ello se administra una batería de pruebas adaptadas a las características de cada paciente, con el fin de indagar si existe algún deterioro en las diferentes funciones cognitivas, tales como la memoria, la atención, el lenguaje,  las funciones ejecutivas el aprendizaje,el funcionamiento sensoriomotor, la cognición social, el procesamiento visoespacial y las praxias.

En función de la articulación de los resultados se elabora un perfil de fortalezas y debilidades cognitivas del paciente, pudiendo arribar a un diagnóstico clínico en el caso de que se encuentren alteraciones significativas.

02.

Se realiza en niños o en adultos, con el fin de conocer su coeficiente intelectual (CI), determinando si existe alguna discapacidad intelectual y en tal caso establecer de qué gravedad se trata. 

Además, cuando un niño ha recibido algún diagnóstico de alteración del neurodesarrollo, siempre resulta importante averiguar también si su nivel cognitivo se encuentra afectado en alguna medida.

En los pacientes adultos se utiliza para medir la probabilidad de deterioro cognitivo frente a alteraciones cerebrales (de diferente origen) o de demencia senil.

03.

Cuando se presume que un niño puede presentar un trastorno del espectro autista (comúnmente denominados TEA, TGD o Ásperger) es necesario realizarle una evaluación neuropsicológica completa, con el propósito de obtener las certezas que el caso precisa. Para eso se administran varias pruebas para el niño y otros cuestionarios prediseñados para los padres y/o cuidadores.

Pero cuando un niño ya cuenta con el diagnóstico de TEA, también es importante re-evaluarlo anualmente, con el fin de realizar un seguimiento y mensurar los progresos de sus terapias, para así realizar los ajustes constantes que cada caso precisa.

Acerca de este cuadro, puede decirse que los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo, que suele provocar problemas significativos en la socialización con los pares, en la comunicación y el habla, en las conductas rígidas o extrañas y en la forma de jugar. Además pueden encontrarse variadas alteraciones en las áreas sensoriales, así como movimientos estereotipados (repeticiones obsesivas de gestos o movimientos sin sentido), dificultades en prestar atención y en compartir momentos cotidianos con los demás o dificultades comprensivas.

A pesar de las dificultades generales del cuadro, las personas con diagnóstico de TEA varían mucho entre ellas respecto de sus posibilidades, ya que algunas pueden presentar niveles altos en sus capacidades y otras presentan grandes dificultades, necesitando mucha ayuda para poder realizar sus actividades de la vida diaria.

Algunos de los signos comienzan durante la niñez temprana y a veces los TEA pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes y, por lo general, duran toda la vida.

Y si bien actualmente, todavía no existe una cura para los TEA,  las investigaciones señalan que cuanto más temprano un paciente recibe la asistencia terapéutica integral (esto es la combinación en equipo de diferentes terapias) los problemas del niño se suavizan, las familias aprenden a convivir mejor con las particularidades del diagnóstico y los pacientes reciben la estimulación necesaria para desarrollar su máximo potencial interior.

Es por eso que, frente a la sospecha de TEA es muy importante realizar la consulta lo más pronto posible, comenzando por el servicio de neurología infantil, para realizar una intervención temprana.

04.

El abordaje de las dificultades del lenguaje, tanto expresivo como comprensivo, son el dominio de los fonoaudiólogos. Estos profesionales están capacitados para realizar una evaluación exhaustiva  y un tratamiento específico de las alteraciones del lenguaje que un paciente pudiera manifestar.

Sin embargo, en el marco de una evaluación neuropsicológica global, también se realiza una pesquisa general del lenguaje, explorando así las principales funciones del mismo, para luego realizar la derivación al servicio de fonoaudiología en el caso de que fuera necesario.

05.

En su desempeño escolar, los niños pueden presentar diferentes dificultades que interfieren en sus aprendizajes académicos. Por eso resulta importante tanto para los docentes, como para los pacientes y sus familias, contar con un diagnóstico de orientación educativa, que especifique cuáles son esas dificultades puntuales que el niño manifiesta y comunique sobre el origen de las mismas.

En caso de diagnosticarse trastornos del aprendizaje derivados de alteraciones neurocognitivas, se realizaran las configuraciones de apoyo necesarias, para que el niño pueda transitar su escolarización de manera más exitosa y confortable, con la ayuda de una integración escolar y la estimulación de un tratamiento psicopedagógico, para así favorecer los aprendizajes de cada etapa escolar.

06.

Cuando se ha llegado a la conclusión de que las alteraciones de un paciente se encuadran dentro alguno de los diagnósticos de salud mental, es sumamente importante que reciba todos los tratamientos que los especialistas le recomiendan con el fin mejorar su calidad de vida. Por eso cuenta con la posibilidad de tramitar el Certificado Único de Discapacidad, que le brindará el acceso a múltiples derechos contemplados por las leyes nacionales vigentes.

Así, para efectuar el trámite, uno de los requisitos consiste en presentar un informe de evaluación cognitiva que avale el diagnóstico arribado.

07.

La demencia es una pérdida de las funciones mentales del paciente, lo suficientemente grave como para afectar sus actividades y su vida diaria. En estos casos pueden verse alteradas las capacidades de la memoria, las habilidades del lenguaje, la percepción visual (su capacidad de entender lo que ve), la solución de problemas, la habilidad de enfocarse y de prestar atención, y de esta forma el paciente no puede seguir realizando sus tareas cotidianas de manera independiente como antes lo hacía.

Si bien es normal ser un poco más olvidadizo a medida que se envejece, sin embargo la demencia no es una parte normal del envejecimiento. Es un trastorno serio que interfiere con la vida diaria de la persona.

Las alteraciones de las funciones cognitivas tienen muchas causas probables, como por ejemplo, efectos secundarios de los medicamentos, enfermedades de los vasos sanguíneos, depresión y demencia (el Alzheimer es la forma más común de la demencia en los adultos mayores).

La evaluación neurocognitiva consiste en responder a una serie de preguntas y realizar algunas tareas simples que están diseñadas para medir las funciones mentales afectadas.

Un diagnóstico de demencia ayuda al paciente y a su familia a prepararse para las necesidades de salud futuras.

08.

Se trata de una evaluación psicológica que explora las características de la personalidad de un sujeto, tanto en sus aspectos concientes como inconcientes. 

La evaluación consta de una serie de entrevistas y de test psicológicos destinados a poder valorar la situación psicológica de una persona.

09.

La propuesta consiste en abordar la problemática del paciente desde una visión integral de la persona, contemplando sus características y sus necesidades particulares, para ofrecerle un espacio de comprensión, de escucha y de estimulación, compartiendo herramientas psicológicas con las cuales pueda lidiar más fácilmente frente a los conflictos que lo afectan y mejorar su vida cotidiana.  

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